El precio de haber sido el Niño Bueno o ser Hijo de un padre que alguna vez lo fue
- Yo soy conexion
- hace 6 días
- 2 Min. de lectura

Si creciste siendo ese niño bueno que nunca dio dolores de cabeza y hoy en día sientes que todos traspasan tus límites, que conectas con personas que se aprovechan de ti, y constantemente te ves evitando conflictos a toda costa, te cuento que detrás de esa buena conducta había un miedo profundo generado por diferentes causas
Escucho muchas veces a personas diciendo que en su infancia nunca los regañaron, que siempre era el/la que llevaba la etiqueta de niño bueno, pero hoy en dia en la adultez los conflictos a su alrededor no paran, mantienen relaciones disfuncionales, están sumidos en vicios que anestesian, y no entienden por qué si son tan buenos, parece no existir algo bien construido en su entorno
Este eslabón perdido tarde o temprano sale a relucir, porque al haber aprendido que hacer todo aquello que al otro le hace feliz les impidió desarrollar la habilidad de confrontar el rechazo, la habilidad de poner límites se pasmó, abriendo una puerta en la que esa hermosa y aparente pasividad deja entrar el caos en todas sus formas
Al crecer estas personas se convierten en personas que censuran, se vuelven controladoras, hacen todo lo posible para que toda la apariencia al mundo exterior sea equilibrada y perfecta.
Cuando les preguntas que desean en sí mismos trabajar por lo general no saben, porque dentro de si no logran ver el monstruo que han creado detrás de esa fachada. Un personaje capaz de meter debajo de la alfombra cuanta cosa requiera confrontación, pero ¿cómo confrontar sin habilidades?, por lo tanto desarrollan habilidades que funcionan como bastones para caminar la vida
En algunos casos se transforman en Sumisos, esa persona que atrae a Narcisistas, Egocéntricos con una voz de mando que los mantiene cabeza abajo, crían hijos haciéndoles creer que el callar y dejarse pisotear es símbolo de lealtad, si un hijo levanta la cabeza es tildado de problematico, ese padre o madre que fue alguna vez un niño bueno se convierte en el verdugo de ese hijo quien decidió SER.
En otros casos se convierten altamente exigente, donde la apariencia se paga a cualquier precio, someten, gritan detrás de cerrar la puerta y exigen perfección a toda costa, ya que son capaces de pagar lo que sea con tal de no soltar ese trofeo que se ganaron en su niñez
Sea un caso o el otro ambos son personajes llenos de miedo, completamente carentes de habilidades emocionales que lamentablemente en su adultez pagarán el vacío con algún tipo de anestesia, llámese alcohol, drogas, soledad, y en el peor de los casos con alzheimer o demencia senil, porque la realidad es que el mundo esta lleno de gente real, no es un mundo de ninos buenos.
Ser bueno no es lo mismo que ser real
Si fuiste ese niño y estás en esa etapa de vida donde ya el querer controlar se te está yendo de las manos y lidiar con el rechazo parece ser imposible, es momento de entrenar tu mente subconsciente
Comentarios