Ser la niña buena me dejo en la quiebra
- Yo soy conexion
- 17 sept
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Ser la niña buena me dejo en la quiebra
Vivir con una lealtad sin malicia me dejó en la quiebra, desde pequeña se me enseñó a no alzar la voz, que cuando dejaba saber mi punto de vista contrario al clan era "demasiado complicada", "hablas mucho", "hablas poco", "por que hablas asi"...
Así crecí aprendiendo que la familia es primero pero eso si, siempre y cuando seas como deberias ser, que a las personas de tu clan no se cuestionan, se hace lo que sea por ellos sin cuestionar. Calladita te ves más bonita, aunque honestamente no era lo mio, sin embargo me convertí en una mujer sumisa, pero de esas que ladran todo el tiempo pero no muerden, llena de culpa por sentir que siempre metía la pata, y que por mas que me esforzará siempre existiría algo que decir.
Las veces que intenté defenderme traia como consecuencia una baja en el status familiar hasta ser destituida simbólicamente y no ser de grata presencia, la del exilio, la que prefiere a otros, la que no se le puede hablar porque le falta dulzura, la que siempre lleva la contraria, cualquier etiqueta es buena para dejar claro que no combinaba con ese pequeño núcleo. La verdad es que nunca entendí porque era rechazada personas que más debían amarme, dentro de mi me esforzaba para que se sintieran orgullosos
GRAVE ERROR, y es que la acción de lo que hacemos no puede estar ligada a la esperanza del aplauso ajeno (lo entendí luego de ver como arrebataron todo lo mío), estaba tan distraída tratando de agradar que descuide el desarrollo de la malicia, obvie la capacidad de discernir, y la lógica en el andar de mis decisiones
EL DESEO DEL APLAUSO FAMILIAR ME ENCEGUECIÓ
Y es que hay familias en lo que todo es una transacción, por no decir todas las familias. Siempre hay un precio que pagar, para algunos es el dinero, para otros es la presencia, para otros es el cuidado incondicional, para otros la eterna aprobación, y para otros es el status social, cada sistema tiene su forma de pago para poder pertenecer. Dentro de ese sistema muchas veces existe la manzana de la discordia, que es aquel que rechaza profundamente a la oveja negra.
Ese personaje de la discordia para algunos en una madre narcisista, o un padre egocéntrico, un hermano avaro, o un esposo avaricioso, una hermana rencorosa, un hijo sin capacidad de discernimiento que se deja manipular por cualquiera de los anteriores, la realidad es que cada sistema tiene sus propios personajes dentro de su propio juego
Y cuando dentro del sistema vas como disney intentando hacer a todos felices, corres el riesgo de perderte a ti y todo lo que te pertenece, por eso que el amor incondicional es riesgoso, porque te lleva a confiar lo más preciado a esas personas.
No hablo de ir por la vida viendo a todos como sospechosos, pero sí de la importancia de pararte firme por ti, de dejar de esperar que la lealtad sea recompensada, de sacrificar tu vida profesional, personal, conyugal en el nombre de la familia.
Tu trabajo es ir por ti.. elegirte por sobre todas las cosas, es la única vía donde garantizamos la recompensa de vida
El deseo de encajar, de ser amada, ser bienvenida, ser elegida puede tener un precio demasiado alto cuando el poder serlo requiere sacrificar quién eres, e incluso sacrificando quien eres jamás será suficiente para aquel que está vacío de valores y lleno de heridas que jamas trabajó.
Es una lección que aprendí ya de grande, una lección que llegó para dejar claro que el darlo todo no garantiza el respeto y la lealtad. Que ese tesoro que se puede perder por no elegirte a ti puede ser mental, emocional, espiritual y/o económico
Trabaja en ti tanto para que el deseo de aprobación solo sea un requerimiento de ti para ti.



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